Desde el comienzo del proyecto, en su primera etapa, periódicamente fui enviando información de los avances a los autores que decidieron responder mis preguntas. He aquí un extracto adaptado de esa información, que puede constituirse en una suerte de exposición de pasos y huellas...
Hasta el momento son varias las decenas de autores que me han respondido y espero aún nuevas alegrías de otros a los que voy dirigiéndome; poco a poco, porque no puedo dedicarle al proyecto todo el tiempo que quisiera. En este caso, la cantidad y la calidad van unidas en un gran valor. También los hay que han rehusado, con amabilidad, o por razones de falta de tiempo y salud o por agenda apretadísima. Muchos otros, muchísimos, no han llegado a considerar oportuno responderme aún con su negativa. Tal vez no respondan ya, y lo lamento profundamente. Sin embargo, y lamentos aparte, con los autores que me han respondido tan amablemente creo que el estudio poseería ya gran valor tal cual, aunque no se sumasen más.
He conseguido cumplir mi primer objetivo: que haya autores de diversos países de nuestro ámbito cultural, conocidos y desconocidos, jóvenes y experimentados, poetas, narradores, autores de teatro y de cine, ensayistas... Todos en la misma lista y sin distinciones, porque todos merecen voz y pueden iluminarme desde sus a veces opuestas posiciones y sensibilidades. A partir de ahora, y a la espera de nuevas incorporaciones, comenzaré ya a trabajar con el material que los autores me van enviando y que nunca podré agradecer lo suficiente.
Quizá sea ya el momento de que exprese el modo en que pienso dar forma al material que me va llegando para el proyecto de estudio de la creación literaria. Teniendo en cuenta que con un número cercano a la docena de entrevistas exhaustivas ya se puede construir un libro de dimensiones considerables, las decenas de autores involucrados por el momento en mi proyecto suenan a multitud. Pero es la multitud lo que persigo. Mi intención no es disponer las entrevistas una tras otra, sin más, en una sucesión que quizá comience con buen ritmo pero que termine convirtiéndose en un hilo tan envolvente, gris y sofocante que invite a cerrar el libro que resulte a poco de abrirlo. Sería, además, muy cómodo por mi parte y no me supondría mayor esfuerzo que el de recabar las respuestas y reunirlas, sin otra elaboración. Sin embargo, según mi visión del proyecto, pretendo aportar mi propio trabajo y no ser un mero cauce expositivo.
Me temo que pretendo abarcar demasiado, sobre todo porque mis brazos son cortos, pero me aplicaré a ello intentando superar mis limitaciones, tanto internas como externas. Entre las externas se encuentra el tiempo: el trabajo cotidiano me impide mantener una correspondencia fluida y me impone sus silencios.
Cuando comencé a escribiros, hace ya más de dos meses, dudé de recibir más de unas pocas respuestas. Me equivoqué de largo y me felicito por ello: sois ya 69 y confieso que me veo un poco desbordado y creo que lo estaré una temporada aún, por lo menos hasta que logre encarrilar la locomotora. Es ésta una de las razones de mis largos silencios. Creo que con las aportaciones de todos voy a conseguir un resultado estupendo. Aparte de las respuestas a la entrevista que ya han ido llegando, he recibido algunas sugerencias que me gustaría compartir. En lo que respecta al cuestionario, con el correr del tiempo se me ha señalado varias veces que deriva mucho hacia el interés por la narrativa. Esto es cierto y un error por mi parte, por cuanto la narrativa es mi forma de expresión preferida ahora, pero no es la preferida de buena parte de vosotros. Aunque en muchos aspectos se pueden asimilar sus rasgos con los de otros géneros (¿acaso no se cuentan historias en teatro, en poesía, en cine?), las maneras de resolverlos no son análogas, ni mucho menos, y por otra parte cada género dispone de facetas propias.
Así pues, y como quise que el cuestionario fuese idéntico para todos, opté por no transformarlo, porque el proceso ya se había iniciado cuando me di cuenta del error. Pero sí espero abrir a partir de ahora una conversación específica con cada autor que así lo quiera, para matizar y cubrir las deficiencias. ¡Aguardo ya las opiniones de los que aún no me las han hecho llegar, y espero también responder muy pronto las de aquellos que sí me las enviaron pero no han recibido todavía mi contestación! Por otra parte, ya tengo clara la estructura que sostendrá el estudio. Y esto ha requerido reflexión, porque eran varias las posibilidades que se me abrían, en función del diverso material que voy recibiendo y del que yo mismo voy generando. Deseo ya ponerme a plasmar todo por escrito y ver cómo comienza a cobrar realidad.
Por fin he entrado en una etapa más sosegada. Al principio, apenas conseguía pensar en el proyecto en sí: consumía casi todos mis esfuerzos el recopilar información sobre cada uno vosotros en diversos medios, y después el enviar las solicitudes de colaboración y recibir y atender las respuestas afirmativas. Superada esa fase de toma de contacto y de acumulación de material, aunque no concluida, me voy centrando ya en la ordenación y en la auténtica médula de este estudio: a través de vuestras respuestas al cuestionario y de las entrevistas personales que he realizado ya me dispongo a desentrañar las cuestiones principales que me preocupaban en cuanto a la creación. He descubierto afinidades entre muchos de vosotros y también diferencias. Por supuesto, ya que no es mi intención ni puedo hacerlo, jamás extraeré conclusiones incuestionables, recetas universales o la solución de todas las dudas que se plantee cualquier ser humano cuando decida disponerse a escribir.
Os diré que tengo ya en mi poder las respuestas al cuestionario de la mitad de vosotros, aproximadamente, lo que es un éxito de porcentaje pero un mayor éxito de contacto humano, que es lo que más valoro después de todo. Por otra parte, siguen produciéndose incorporaciones de nuevos compañeros, despacio pero sin pausa, como fruto de la gran cantidad de solicitudes que envié en su momento (cerca de dos centenares, porque me temía que apenas nadie iba a atenderme de ninguna forma: sin embargo no fue así y aún llegan, y gracias a ello he recuperado gran parte de la confianza en la gente). ¿Qué quiere decir todo esto? Que en principio esperaba que solamente me ibais a responder unos veinte como mucho; el número de veinticinco hubiese resultado un éxito para mí y no contaba con alcanzarlo. Con esas cifras, tenía previsto concluir el grueso del trabajo para fines de este año 2000. Ahora, y como todos os merecéis por mi parte un trabajo cuidadoso y sois nada menos que 79... ¡más tiempo con vosotros y quién sabe hasta cuándo!
Durante esta última época me he dedicado a elaborar una sucinta semblanza de cada uno de vosotros. Os iré remitiendo las respectivas, para que cuenten con vuestra aprobación y para que cubráis las lagunas o corrijáis los datos erróneos (lugar y fecha de nacimiento, residencia y demás). También, y a la hora de citar los títulos de algunas de vuestras obras en esa semblanza, quisiera que eligieseis vosotros mismos las que consideréis que os reflejan mejor en vuestras realizaciones o las que más os satisfagan. Por otra parte, y entre muchas de las sugerencias recibidas, me ha llegado también alguna propuesta en torno a la profundización de las relaciones de intercambio entre los autores que colaboran en el proyecto, tal vez mediante la formación de un círculo o grupo creativo. Esta propuesta, que refresca una antigua idea mía parecida, puede ser quizá de interés para alguien (ojalá que para la mayoría). Por cierto, ya sois 83 (os diré que 101 ¡! es un número importante para mí en mi novela En septiembre; de modo que, ya lanzados...).
Os escribo para dar breve noticia de varios asuntos:
El trabajo del proyecto avanza muy despacio, pero no se detiene. Quiero agradeceros a todos, a los 94, vuestro apoyo y vuestra paciencia. Apenas puedo comunicaros novedades (quizá esto sea una buena señal), tan sólo que ya conocía y voy conociendo personalmente gracias al proyecto a algunos de vosotros y, por encima de lo que logre, creo que he conseguido nuevos amigos. Aún espero las respuestas de algunos de vosotros al cuestionario, pero sólo quiero decir que la manera en que llevo el trabajo permite insertar fácilmente las respuestas a medida que van llegando, de modo que no os agobiéis: el plazo lo fijan vuestros propios deseos. El efecto sobre el texto que ya he escrito (apenas borradores, por supuesto) es siempre enriquecedor, más que perturbador, y aprendo mucho en el intento. Con el tiempo se verá si he sido capaz de transmitir lo que entre todos me estáis transmitiendo.
Quizá por ser una época de números redondos y que recuerdo feliz en mi infancia, la Navidad y el cambio de año me adentran en mí durante unos días para notar las pérdidas o la luz, para palparme las nuevas cicatrices y arrugas e intentar reconocerme a pesar de ellas... Una época para comprobar si tras las más recientes luchas contra mí mismo he menguado o si por el contrario voy creciendo. Esta Navidad quiero creer que últimamente he crecido y sé que en gran medida os debo esa alegría a todos vosotros. ¡Gracias! Aquí estoy: sabedlo.
Hace casi ya tres meses que me dirigí a vosotros por última vez y después caí en el silencio, pero ya era el momento de mostrar que aún continúo aquí. Durante este tiempo no he dejado de trabajar en el estudio: releyendo vuestras respuestas al cuestionario y esperando con interés las que aún me faltan, entrevistando personalmente a algunos de vosotros, tratando de incorporar a más autores, perfilando el texto que intenta vertebrar el estudio, subrayando pasajes de ya no sé cuántos libros... Aparte de ello y de las alegrías y esfuerzos que me procura este trabajo, por fin me he descubierto con la necesidad de escribir nuevas historias propias. Hasta ahora sólo tenía fuerzas para imaginarlas pero no las atrapaba en papel, las dejaba evaporarse y desaparecer. Ha sucedido no hace mucho, pero sin darme cuenta la necesidad ha llegado y he emborronado ya notas y párrafos para varias de esas historias y sobre todo para una de ellas. Supone un alivio para mí tras más de un año de dolorosas evaporaciones y tengo que agradeceros a vosotros gran parte de esta alegría (¡una vez más!).
Os escribo en esta ocasión para que sepáis que a pesar del tiempo transcurrido sin dar noticias no me he olvidado de vosotros, que sigo trabajando en el proyecto y que podéis contar con mi ayuda cuando lo necesitéis. Desde hace un tiempo me dedico sobre todo a la lectura de bibliografía para el estudio y a la relectura de vuestras aportaciones. La redacción de los diversos textos míos que articulan (¡o echan a perder, más bien!) el proyecto también avanza, pero más despacio. Me temo que es muy probable que lo que yo escriba no quedará a la altura de vuestras respuestas, pero sí os aseguro que trato de poner en el trabajo lo mejor de cuanto puedo encontrar dentro de mí.
Hacía ya cuatro meses desde que envié la última «circular» y era necesario que diese señales de vida, por eso os escribo ahora. El motivo del silencio es muy sencillo: apenas puedo reseñar novedades dignas de mención, lo cual, para algunos, puede significar que todo marcha bien. Es así en este caso y sólo puedo reiterar lo dicho en otras ocasiones, que continúo tirando del proyecto de la creación literaria y que poco a poco voy dando pasos hacia delante. Cada vez son menos quienes aún no han podido enviarme sus respuestas y he de anunciar que la recepción de vuestras aportaciones ha superado de largo mis previsiones más optimistas. Por ello, vaya desde aquí nuevamente mi agradecimiento.
Termina este año con muchas satisfacciones, en gran medida gracias a vosotros. Creo que el año que ya empezará pronto será decisivo para este proyecto de la creación literaria: me atrevo ya a decir que será el año en que por fin la mayor parte del trabajo que voy realizando quedará a punto. En lo que a vosotros respecta, tan sólo me queda solicitar vuestra paciencia en la espera del resultado. También quisiera, con mucha cautela, animar de nuevo a aquellos de vosotros que todavía no habéis podido encontrar unos momentos para que los encontréis y me respondáis en los próximos meses. Valoro mucho todas vuestras aportaciones y no quisiera perderme ninguna de ellas, mientras sea posible; por ello os pido ese esfuerzo. Os recuerdo que tenéis completa libertad para la extensión y la forma de respuesta. Por cierto: si alguno de vosotros considera que no podrá responder de ninguna manera a lo largo de este año que empieza, le ruego que me lo comunique, con el fin de que yo pueda buscar otra manera que le resulte más cómoda.
Rompo estos meses de silencio para anunciaros que desde hoy dispongo de una página web. La he construido con el fin de que aquellos de vosotros que apenas me conocéis contéis con una manera de ampliar información sobre mí y sobre lo que hago. Después de que he llegado a conocer lo que hacéis y sentís muchos con respecto a la escritura, ahora me «desnudo» yo en parte ante vosotros (serán bien recibidas las sugerencias, rectificaciones y demás). La dirección de la página es la siguiente:
http://www.10lineas.com/jorgemp/
Tengo que agradecerle su amabilidad a Mariano Gistaín, que me ofreció el espacio para alojar la página. Les agradezco también al propio Mariano, a J. J. Gómez Cadenas, David Millán y Leo Trujillo su ayuda y su interés para superar los problemas que se plantearon a la hora de subir al servidor los archivos que la componen. En lo que respecta al estudio sobre la creación, durante estos meses no he estado ocioso, aunque sí he trabajado bajo sombras diversas. Continúo «rellenando» papeles, aún pendiente de algunas entrevistas personales y de la recepción de las últimas respuestas que me resta reunir. De nuevo, y ahora con más confianza, me atrevo a afirmar que este año terminaré el grueso del trabajo. Os agradezco vuestra paciencia. La espera se acorta. Recibid un abrazo los 123.
Aunque parezca por mi silencio que llevo ausente desde hace mucho, sigo y sigo escribiendo y pensando acerca de mi proyecto. Además, el mes pasado tuve la oportunidad de conversar personalmente con varios de vosotros en el espacio de nueve intensos días (ya transcribí las conversaciones, ¡fueron cuatro las conversaciones en total y seis los escritores, una locura!; hasta ahora, habían sido más espaciadas en el tiempo). El material para el trabajo recibió un buen impulso. Creo que ya prácticamente he cerrado la realización de entrevistas personales, a menos que alguno de vosotros quiera aburrirse conmigo frente a frente todavía... Ya cuento con casi todo el material que confiaba en que me enviaseis, pero me pondré en contacto próximamente con aquellos que aún no me lo habéis podido enviar para ver si de aquí a fin de año encontráis un momento para responder mis preguntas, ya sea por escrito o, como decía, cara a cara. ¡Espero que sí! Muchas gracias por todo y un fuerte abrazo a los 124.
Ha transcurrido un año más en vuestra compañía, ya a través de la distancia de los correos electrónicos, ya a través de conversaciones muy cercanas, ya a través de leer vuestras respuestas a mis preguntas. Os agradezco esa compañía, vuestra atención, vuestro apoyo y vuestra paciencia. Estas fechas son un momento propicio para recordaros mi agradecimiento y enviaros mis deseos de paz y de buenos tiempos presentes y futuros, desde aquí lo hago de todo corazón.
Al concluir 2001 e incluso hace unos pocos meses os anuncié que durante este año que ya acaba podría terminar la mayor parte del trabajo del proyecto sobre la creación literaria. Ahora os envío mis disculpas porque me temo que finalmente no puede ser así. ¿Qué ha ocurrido? Ha ocurrido que mantener el impulso de manera continua durante casi tres años me ha sido muy complicado y no siempre lo he conseguido: para trabarme (a veces hasta el traspié y a veces incluso hasta una inmovilidad prolongada) se me cruza el trabajo alimenticio, se me cruza mi tendencia natural a la dispersión desordenada y se me han cruzado algunas historias personales de varios sabores.
Os lo hago saber a título de información y no de excusa, porque sé que lo que pueda decir no me excusa de que se demore tanto el fin de este proyecto, y más cuando llevo ya demasiado tiempo forzando vuestra atención sobre él y sobre mí. Casi todos los días le dedico el rato que puedo distraer de otros asuntos, es lo que puedo pero no es mucho, y así el avance sólo se nota cuando pasan los meses. Me desanima este retraso e imaginar que muchos de vosotros también os habéis desanimado.
En dos años y medio he logrado preparar para el proyecto alrededor de 350 páginas de material «parcialmente legible», y creo que aún puedo preparar al menos otro tanto hasta dar por concluido el primer borrador completo, con todo el material «en bruto» que aún tengo pendiente. La extensión final de ese primer borrador será exagerada, pero, para vuestra tranquilidad, no será la definitiva. Mi intención es que el tamaño se reduzca cuando tenga todo reunido y a la vista; será entonces mucho más sencillo proceder a la poda y quizá incluso a una división en distintos «volúmenes».
Sí puedo afirmar que he dado por concluidas ya las tareas de rastreo y de selección del material previo, de modo que me podré dedicar sólo a la redacción del texto y así los avances serán más rápidos. Eso me devuelve la confianza y el impulso para proseguir hasta el final. Si os interesa, en el apartado «La creación» de mi página web podéis acceder a información sobre el desarrollo del proyecto y también a las anteriores «circulares»: http://www.10lineas.com/jorgemp/.
Recibid los 124 un recuerdo cálido y un abrazo, un sentimiento desde lo profundo, os doy las gracias por continuar ahí, al otro lado del cable, y aquí, conmigo.
Os escribo de nuevo después de mucho tiempo para dar señales de vida. Continúo aquí, no lo dudéis, y continúo en el trabajo del proyecto, avanzo muy bien y con confianza. Es una gran alegría ver que los andamios se van ocultando ya detrás de las fachadas que se alzan. Y eso llega en un momento de renovación de energías. El pasado día 2 de abril nos dejó Terenci Moix, a quien por desgracia no llegué a conocer en persona. Su salud le robó muchas energías en los últimos tiempos y finalmente no pudo compartir conmigo sus experiencias literarias. Ha sido una grave pérdida para el proyecto, pero sobre todo ha sido una pérdida para quienes aprecian el valor de la entrega de una vida a la vida misma y a la escritura. Desde aquí le envío un recuerdo, admiración y respeto, y espero que los reciba dondequiera que esté. De momento, poco más tengo que añadir. Os deseo un buen desarrollo para vuestros respectivos proyectos de creación y buenos tiempos para vuestras vidas. Un abrazo y seguimos adelante.
Hace muy poco tiempo decidí ampliar el alcance del proyecto. «¿Aún más?», me diréis. Si en principio iba a restringir el estudio a los autores que se expresan fundamentalmente en español, he querido incorporar autores de otras varias lenguas para enriquecer los resultados con experiencias expresivas diferentes. De momento, acaban de incorporarse a mi proyecto, aparte de nuevos escritores en castellano, también escritores que se expresan en catalán, en euskera, en francés, en inglés, en italiano, en portugués... Ya cuento con las respuestas de no pocos de ellos y confirmo que sus experiencias sobre la escritura son muy valiosas.
Espero terminar el grueso del trabajo del estudio para fines de este año. Trabajo intensamente en él y creo que, incluso a pesar de la sustanciosa ampliación última, todo indica que terminaré en esas fechas. Por otra parte, voy a satisfacer por fin la legítima curiosidad de algunos de vosotros porque os anuncio ahora el título que le doy a este trabajo y que ya es «oficial», puesto que con él inscribí en el Registro de la Propiedad Intelectual hace un tiempo buena parte del material previo que ya tenía preparado: Álbum de alquimias, se llama. Probablemente no se trate de un nombre muy ingenioso, pero a mí me gusta desde que se me ocurrió casi al principio del trabajo. Me he mordido la lengua muchas veces para no revelarlo antes. Necesitaba rumiarlo.
Preparaba esta nueva «circular» desde hace unos días para haceros partícipes de esas novedades. Eran buenas noticias, pero he tenido que añadir una información muy triste a última hora: ayer falleció Manuel Vázquez Montalbán de manera inesperada. Cuando le escribí en el comienzo de mi trabajo para el álbum quiso colaborar con sus respuestas, aunque sus múltiples ocupaciones no se lo permitieron. Quiero enviarle desde aquí el abrazo que ya nunca le podré dar personalmente y también mi agradecimiento, porque gracias a su escritura lúcida y a su entrega por sus ideales contribuyó a que el mundo fuese un poco mejor.
Os envío a todos vosotros un abrazo muy fuerte.
Os escribo desde una tristeza desolada. La noche pasada murió Dulce Chacón, después de una enfermedad brevísima y fatal de la que yo no tenía noticia. Al conocer esta mañana lo ocurrido recibí un golpe en el centro del pecho. Hace tres años me invitó a su casa para realizar la entrevista para el proyecto y me recibió con una sonrisa que borró todos mis nervios, una sonrisa que no la abandonó en ningún momento, una sonrisa espontánea que le surgía de lo profundo sin ningún esfuerzo a través de los ojos y la piel. Así me capturó. No olvidaré aquella tarde ni aquella sensación de paz. Estoy seguro de que experimentaron sensaciones parecidas cuantos la conocieron.
Dulce me regaló unos momentos que quedarán entrelazados para siempre en mi recuerdo de este proyecto sobre la creación literaria que me permitió conocerla, el mismo que poco a poco me ha unido a todos vosotros y que en tres años y medio ya va muy cargado de vivencias diversas, de historias, de alegrías y de dolor. También de ilusión y esperanza. Tal vez como la vida. El deseo de rendirle mi pequeño homenaje me impulsa más a continuar y terminar mi trabajo, también en su recuerdo.
Para Dulce, porque a partir de hoy ya no es sólo de este mundo.
Un abrazo a todos, amigos míos.
Aunque de tanto en tanto os he enviado anuncios colectivos con noticias que me hacíais llegar, desde diciembre de 2003 no había enviado ninguna «circular» con información específica acerca del proyecto sobre la creación literaria para el que os pregunté y recibí vuestras respuestas... No he querido molestaros con nuevas circulares porque las novedades en estos dos últimos años desde entonces no han sido demasiadas, aparte del trabajo continuo y de la incorporación de algunos nuevos escritores; por otra parte, los anuncios colectivos cumplieron muy bien con la función adicional de mantener vivo el contacto con vosotros (un contacto que espero que se conserve siempre si así lo deseáis).
Ha llegado el momento de rendir cuentas; quizá sea ésta la penúltima circular, porque en ella os informo de que por fin he terminado el trabajo del proyecto. Os recuerdo el título que pensaba darle y con el que lo registré en su momento: Álbum de alquimias. Descontando los apéndices que le he añadido, ha resultado un libro de 680 páginas: una extensión tal vez excesiva, pero no podía recortarla mucho más si quería que vuestras respuestas quedasen representadas con justicia. El valor de vuestras experiencias literarias creo que contrarresta con creces cualquier exceso o carencia de mi parte. Es ahora el momento en que comienza el periplo del Álbum de alquimias para encontrar una editorial adecuada que lo trate con el respeto que todos os merecéis. Por supuesto, acepto sugerencias.
Así, sólo falta aguardar la última circular, la más esperada, aquella en que os comunique que por fin se publicará este gran esfuerzo placentero que me ha reunido con vosotros y con la escritura desde aquel ya lejano 11 de abril de 2000 en que comencé a dirigirme a vosotros, uno por uno, para que con el tiempo se completase finalmente un número de 180 escritores.
Aprovecho la ocasión para desearos un año venturoso en vida y proyectos y para agradeceros nuevamente desde lo profundo la amabilidad, las respuestas y la paciencia.
Vuestro amigo,
Jorge Mangas Peña
[Álbum de alquimias, © Jorge Mangas Peña, 2003, 2006. N.º de R. P. I.: M-003373/2003, asiento registral: 16/2003/5146; M-000157/2006, asiento registral 16/2008/5893]
© jorge mangas peña, 2003-2011